Las pulgas se alimentan de sangre y sobreviven y se reproducen con más facilidad con el calor, razón por la que no sólo aparecen en época estival, en invierno las calefacciones les proporcionan un hábitat perfecto.
Una hembra en edad reproductiva puede llegar a poner más de 1.000 huevos en su vida y hasta 40 en un día. Esos huevos pueden alojarse en alfombras, grietas del suelo…. Después de eclosionar pasan por diferentes fases: larvaria (cuya evolución dependerá de la temperatura durando menos cuanto más calor haga) Después se transforman en pupas hasta que llega el momento adecuado en que encuentran un hospedador y eclosionan convirtiéndose en pulgas adultas, alimentándose de la sangre de su hospedador.
Una infestación por pulgas necesita no sólo eliminarlas del animal si no también del entorno, casa o jardín en la que se encuentren. Es importante utilizar productos que sean eficaces contra la pulga en todas sus formas, huevos, larvas e individuos adultos. Cualquier mascota puede ser susceptible de sufrir una infestación por pulgas, éstas pueden llegar a casa en nuestros zapatos.
La picadura de las pulgas puede causar reacciones alérgicas a la picadura, y aunque el animal no sea alérgico, el continuo rascado ante el picor puede llegar a provocar pérdida de pelo y lesiones en la piel.
Pero el picor y la molestia ocasionada por la picadura no es el único problema. Las pulgas pueden ser transmisoras de enfermedades y parásitos como dipylidium canino, más conocido como la tenia.